Bermellón.

No es solo el frío de lunes en la noche,
Es un grafito esperando asesinar con palabras una hoja en  blanco,
un silencio agónico de vacíos infinitos... escasos de tinta.
Distancia ineludible de oficios olvidados,
cartas sin dirección postal,
cadáver de la sombra de un sombrero,
un sostén debajo de los hábitos de la pobreza,
un pálido orgasmo que atardece con las sabanas de la juventud. 

Hay un crimen en este delirante desasosiego. Dos soledades que se encuentran, dos distancias que se alejan...
y al final un invisible escrito en el espejo.

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