El gato y la luna
El gato espera la noche,
mueve su cola de un lado al otro, inquieto, presintiéndola,
y en cuanto la luna llena brilla en las calles, dejando sombras al pasar,
el gato se escabulle por el tejado.
La luna, como una madeja de plata redonda y brillante presiente sus pasos felinos
le lanza un hilo plateado desde arriba y él juega hasta el amanecer con su cómplice diosa de la noche.
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